Somos seres espirituales. Aunque se suele decir "cuerpo, alma y espíritu”, es el orden equivocado. Somos espíritu, tenemos un alma y vivimos en un cuerpo.
Dios es espíritu. Él se comunica con el espíritu del hombre, no con el alma. Nuestra alma está compuesta de emociones, intelecto y voluntad. Así que si tratamos de comunicarnos con Dios con nuestra alma, no obtenemos las respuestas que anhelamos. Suplicamos por lo que queremos, lo que pensamos que es mejor, todo en base a lo que vemos y experimentamos. Estamos orando con nuestra alma y como entendemos ahora, Dios no se comunica con el alma, pero si con nuestro espíritu. Muchas veces nuestras “oraciones del alma" sólo suben hasta el cielo raso de nuestra habitación.
Así que la pregunta es: ¿cómo puedo orar con mi espíritu en lugar de orar con mi alma? Después de todo Juan 4:24 dice que Dios es Espíritu y los que le adoran deben hacerlo en espíritu y en verdad. ¡Oh, cómo anhelamos comunicarnos realmente con Dios, nuestro Padre Celestial, el Dios Todopoderoso! ¿Es posible? ¡Sí es posible!
Veamos Hebreos 4:12. Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón.
Esta es la respuesta. Hay algo que separa mi alma de mi espíritu, lo que me permite orar con mi espíritu. Es una espada; ¡es la Palabra de Dios! Así que ahora no voy a hablar con Dios acerca de lo que veo a mi alrededor, lo que oigo con mis oídos naturales, lo que quiero, lo que creo que es mejor. La Palabra de Dios penetra y separa mi alma, poniéndola en silencio y dejándola a un lado. La Palabra de Dios me permite pasar a un nivel superior en el que ya no ajusto mis pensamientos a la verdad humana, sino que comienzo a creer la verdad de Dios.
Hay una enorme diferencia entre la verdad humana y la verdad de Dios. A medida que aprendemos a declarar la verdad de Dios sobre nuestra situación particular, la intensa luz de la Palabra de Dios brilla en la oscuridad y revela las mentiras que nos hemos creído. Si nos sentimos solos, descubrimos que nunca estamos solos, porque la Palabra de Dios dice que Él nunca nos dejará. Si sufrimos de depresión nos encontramos con que la Palabra de Dios nos da las palabras para expresar nuestros sentimientos a Dios. Podemos admitir que, aunque nos sentamos en la oscuridad, el Señor será nuestra luz; que no tenemos que estar consternados porque Él es nuestro Dios. Cuando nos sentimos no amados, inseguros y rechazados, podemos aprender a orar la verdad de Dios y descubrir que su amor es inagotable. El nos ama incondicionalmente, y aun cuando nuestros padres nos han rechazado (la verdad humana, ya que tal vez realmente sucedió) el Señor nos recibe. Es lo que Dios dice acerca de la situación que cuenta. Lo que Él dice, es lo que es.
No es lo que pensamos de nosotros mismos, sino lo que Dios en Su Palabra dice acerca de nosotros; no es lo que nos sentimos acerca de nosotros mismos, sino lo que la Palabra de Dios declara que somos; no es lo que vemos con nuestros ojos humanos, sino lo que la Palabra de Dios nos muestra.
Cada vez que nos sentimos afligidos o inseguros a causa de la verdad humana, o por una mentira de Satanás, declaramos en voz alta LA VERDAD DE DIOS. Imprima las siguientes declaraciones y téngalas a la mano para esos momentos difíciles.
SEÑOR, GRACIAS POR DARME LA POTESTAD DE SER TU HIJO. CONFIESO QUE SOY UN HIJO DE DIOS, PORQUE TE HE RECIBIDO Y HE CREIDO EN TU NOMBRE (JUAN I V 12)
SEÑOR, CONFIESO CON MI BOCA QUE CRISTO ES EL SEÑOR. CREO EN MI CORAZON QUE DIOS LEVANTÓ A CRISTO DE LOS MUERTOS. TESTIFICO QUE SOY SALVO, SOY JUSTO PORQUE HE CREIDO EN MI CORAZON, Y SALVO PORQUE CONFIESO CON MI BOCA. (ROMANOS 10 V 9, 10)
SEÑOR, SOY TU TEMPLO PORQUE EL ESPIRITU SANTO VIVE EN MI. TU ME COMPRASTE POR EL PRECIO MAS ALTO DEL UNIVERSO ─ TU SANGRE PRECIOSA. ENSEÑAME A GLORIFICARTE EN MI CUERPO. (1 CORINTIOS 6 V 19, 20)
GRACIAS PORQUE TU ME ESCOGISTE DESDE ANTES DE HACER EL MUNDO PARA QUE YO FUERA SANTO. GRACIAS QUE TU SANGRE ME HACE SANTO. DECLARO QUE SOY SANTO. (EFESIOS 1 V 4)
GRACIAS SEÑOR POR HABERME LIBRADO DE LA POTESTAD DE LAS TINIEBLAS. ANUNCIO QUE SATANAS NO TIENE PODER EN MI. PERTENEZCO AL REINO DE JESUCRISTO PARA SIEMPRE. (COLOSENSES 1 V 13)
GRACIAS SEÑOR QUE TU VINISTE A DESHACER LAS OBRAS DEL DIABLO. PROCLAMO QUE SON DESHECHAS TODAS LAS OBRAS DE SATANAS EN MI VIDA. (1 JUAN 3 V 8)
GRACIAS DIOS POR PERDONAR TODOS MIS PECADOS, Y ANULAR TODO DECRETO EN MI CONTRA. (COLOSENSES 2 V 13, 14) TU ME HAS JUSTIFICADO Y NO HAY QUIEN ME ACUSE DE NADA (ROMANOS 8 V 33)
SEÑOR, YO TOMO PARA MI, LA VICTORIA QUE TENGO POR MEDIO DE JESUCRISTO. (1 CORINTIOS 15 V 57) SOY MAS QUE VENCEDOR! (ROM 8 V 37)
SEÑOR, HE CONOCIDO LA VERDAD, Y ESA VERDAD ME HACE LIBRE. (JUAN 8 V 32) SERE FIRME EN ESA LIBERTAD Y NO SERE ESCLAVO A NADA (GAL 5 V 1)
SEÑOR, TESTIFICO QUE ESTOY EN CRISTO, ENTONCES SOY UNA NUEVA CRIATURA. RENUNCIO TODO LO PASADO Y ANUNCIO QUE TODAS LAS COSAS EN CRISTO SON NUEVAS. (2 CORINTIOS 5 V 17)
SEÑOR, GRACIAS POR LAS ARMAS PODEROSAS QUE TU ME HAS DADO. EN EL NOMBRE DE JESUCRISTO, LLEVO CAUTIVO TODO PENSAMIENTO A LA OBEDIENCIA A CRISTO, PARA DESTRUIR TODA FORTALEZA DEL ENEMIGO. (2 CORINTIOS 10 V 3, 4, 5). PROCLAMO QUE TENGO LA MENTE DE CRISTO. (1 CORINTIOS 2 V 16)
GRACIAS DIOS POR HABERME LAVADO, SANTIFICADO Y JUSTIFICADO. DECLARO QUE SOY LAVADO, SANTO Y JUSTO (1 CORINTIOS 6 V 11)